Las 5 mejores Amoladoras del mercado

Como lo prometido es deuda, te brindamos una serie de consejos útiles acompañados de las características a considerar para comprar la mejor amoladora. Recuerda que un buen radial no solo es una buena marca, sino que, además, ofrece una buena durabilidad, potencia y resistencia.

Tipo de amoladora

Actualmente podemos clasificar a las amoladoras de dos formas. Por el diámetro del disco (amoladoras y mini amoladoras) y por el tipo de diseño (recta o angular). Más adelante hablamos bien sobre el uso que se le da a cada tipo, pero antes de elegir entre una u otra es importante que consideres algunos aspectos críticos sobre tu trabajo con la amoladora:

• ¿Qué tanta precisión necesitas al trabajar?
• ¿Necesitas trabajar en materiales de alta dureza?
• ¿Qué tan amplia es la superficie en la que deseas trabajar?

Potencia

La potencia lo es todo para los aparatos electrónicos, es por esto, que ha de ser la principal característica en la que deberás fijarte. La potencia se mide en vatios (W) y mientras más alta sea, más fácil será cortar y pulir superficies duras.

Las mini amoladoras suelen ser las más populares para el bricolaje y su potencia suele rondar los 500-1000W. Es recomendable optar por un modelo con al menos 800W para las tareas básicas del hogar.

En cuanto a amoladoras grandes se trata, gozan de un motor mucho más potente que va desde 1000-2500W. La media mínima ideal de potencia para este tipo de amoladoras es de 2000W aproximadamente.

Tipo de uso

Mucho ojo, porque muchas veces, la razón detrás de un bajo precio en una amoladora está en su motor. Las amoladoras profesionales gozan de motores de alta durabilidad y potencia que permiten trabajar por horas sin parar, mientras que las amoladoras de bricolaje, más pequeñas, están hechas para tareas ocasionales en el hogar.

Toma en consideración esto para darle la exigencia ideal a cada producto, de esta forma el motor tendrá mayor durabilidad, y por supuesto, tu amoladora durará más tiempo.

Control de velocidad

¿Meterías pavo y galletas al horno el mismo tiempo y con la misma temperatura? ¿Verdad que no? Seguro que el resultado es fatal. Pues igual sucede con las amoladoras, tienen que contar sí o sí con un regulador de revoluciones del disco.

Esto no solo te permitirá tener mejores acabados de pulido y corte, sino que también aprovecharás mejor la energía eléctrica y el motor de tu amoladora durará mucho más.

Anti vibración

Las mejores amoladoras utilizan un sistema que reduce la vibración producida por el motor. Esto te ofrecerá mayor precisión, comodidad y, además, reducirá el impacto de trabajar por horas con la herramienta.

Autonomía

¿Pensando en comprar una amoladora a baterías? Si es así, mucho ojo con la autonomía. Está claro, que todo depende del uso que vayas a darle, pero como mínimo, recomendamos una autonomía de una hora, y de ser posible, con carga rápida.

Arranque

Tratándose de amoladoras, hay dos tipos de arranque. El arranque suave y el brusco. Asegúrate de optar por una con arranque suave, de esta forma, el motor de tu herramienta será más seguro y de mayor durabilidad.

Mango dual

Una característica particular muy interesante para zurdos es el mango insertable. Éste permite intercambiar la posición del mismo a la izquierda o a la derecha conforme las necesidades y gustos del usuario. Algunos modelos permiten fijar el mango en el área superior del radial.

Empuñadura

No basta con que esté recubierta de goma y un agarre antideslizante, sino también que sea rotatoria para adaptar el agarre a la situación que se nos presente.

Ajuste del protector

Uno de los peligros relacionados con las amoladoras son las partículas expulsadas al cortar. Por ello, se requiere el uso de unos lentes al trabajar. Sin embargo, más allá de eso, es importante que el protector de la amoladora sea ajustable para fijarlo según nuestras necesidades, no solo para obtener comodidad, sino también seguridad.

Peso

El peso ideal para una amoladora ronda los 5 kg. Lo ideal es buscar modelos con un peso que no sea demasiado alto, pero tampoco demasiado bajo para asegurar que los materiales utilizados en su fabricación sean de buena durabilidad.